La solidaridad entre empresas con responsabilidad social empresarial (RSE) y las instituciones de beneficencia ha encontrado un nuevo aliado en Achuray. La transparencia y la trazabilidad son pilares fundamentales del funcionamiento de la plataforma, lo que asegura a las empresas que sus donaciones llegarán de manera eficiente a quienes más lo necesitan.

Mas que solidaridad, responsabilidad

Para Whendy Castro, coordinadora general de la empresa donante “Jonás Sencilla Convivencia”, Achuray es el resultado del sueño de unos jóvenes que no perdieron la esperanza en que se pueda cambiar la realidad del otro. Además, sostiene que este es un tema no solo de solidaridad, sino de responsabilidad, un compromiso que todos debemos asumir, especialmente cuando dirigimos una empresa, estamos a la cabeza de un emprendimiento o ejercemos cierto liderazgo en la sociedad.

«Responsabilidad es una palabra con la que todos tenemos un compromiso vigente, más aún cuando estamos al frente de una empresa o proyecto», destaca Castro.

Por su parte, el representante legal de Industrias Richter SRL, Christian Richter, explica que su empresa siempre ha tenido la visión de ser socialmente responsable. Considera que Achuray es un proyecto muy interesante porque permite llegar a los necesitados y, poco a poco, contribuye a concienciar a toda la gente, no solo a las empresas, sobre la importancia de las actitudes positivas para construir un país y un mundo mejor.

«Es bueno ver que es la gente joven la que se preocupa por el bienestar futuro de la sociedad. Apoyemos las iniciativas de los jóvenes, porque nuestros hijos y nuestros nietos serán quienes disfruten de todas estas iniciativas», destaca Richter.

Conocer de cerca las necesidades

Achuray no solo facilita la conexión entre donantes y beneficiarios, sino que también garantiza la trazabilidad de los productos donados. Esto significa que las empresas pueden monitorear en tiempo real cómo y dónde se están utilizando sus donaciones, reforzando así su compromiso con la transparencia y la efectividad de sus programas de RSE.

Una de las primeras empresas inscritas como beneficiarias en la plataforma es la fundación OncoFeliz, que trabaja con niños que padecen de cáncer. Su representante, Carla Frías, explica que desde 2009 trabajan con el Hospital Manuel Ascencio Villarroel, apoyando a niños y padres que vienen de provincias o de otras ciudades para recibir tratamientos prolongados. Frías subraya que las necesidades son constantes y diarias, incluyendo medicamentos, insumos de higiene, vestimenta y material escolar.

«Al poder colaborarnos, vamos a poder paliar algunas de las necesidades que tienen los niños y sus padres, permitiéndoles llevar de una manera más digna este tratamiento», destaca Frías. «Lo que nosotros queremos es poder salvar vidas, dar una esperanza a una familia y a un niño. Gracias a la plataforma, las personas van a saber dónde ayudar, a quién ayudar y dónde va esa ayuda», concluye.

La plataforma ha logrado unir esfuerzos de múltiples sectores, permitiendo que empresas y organizaciones benéficas trabajen de manera conjunta para atender las necesidades más urgentes. Con el respaldo de Unifranz y la participación activa de las empresas donantes, Achuray está en camino de convertirse en un modelo de colaboración efectiva y responsabilidad social en la región, demostrando que la tecnología y la solidaridad pueden ir de la mano para construir un futuro mejor.